La segregación social en la comunidad mágica británica

Saludos magos, brujas y seres (perdón por usar esta palabra tan ofensiva para designarnos pero así es como nos catalogan los "normales" en la comunidad mágica). En este mensaje les vengo a retransmitir una queja que me inquieta desde hace años y me quita el sueño desde entonces. Mantendré el anonimato por el momento para que el lector, usted, no se vea llevado por los sentimientos hacia mi persona a la hora de proceder con la lectura de la queja.

Soy squib, sí, así es, y no tengo miedo a decirlo en alto porque en mi condición se encuentra mi motivo de orgullo y lucha diaria. Mi lucha se asemeja a una partida de ajedrez donde la reina se encuentra en jaque con cada movimiento que realiza. Los magos y brujas, la mayoría por supuesto, ven a las demás razas diferentes a ellos como una amenaza, algo que deban alejar de la cadena de mando por el miedo de que son diferentes y no se sabe a ciencia cierta si su ideología concuerda con la mayoría. Si me permiten el resto de razas, quisiera hablar en particular de los squibs y de mi caso en particular.

Desde que tenía conciencia de mi ser he visto toda clase de discriminación y vejación en el mundo mágico por el simple hecho de carecer, o tener una milésima parte de lo normalizado, de flujo mágico en comparación con el resto de integrantes de la familia. He visto como, si un squib quería desempeñar algún puesto de relevancia en el Ministerio de Magia, se le cerraban las puertas de todos los ministerios quedándose fuera de ejercer un empleo que tenga alguna relación con la institución mencionada. He visto como los negocios se cercioraban de que la persona solicitante del pueso de trabajo fuese mago o bruja negando la entrevista si no lo eras. Les duele, perdón, nos duele que nos traten como si fuésemos una escoria porque no podemos conjurar hechizos ni podemos hacer actividades relacionadas con la magia más allá de cosas simples y sencillas que muchos magos aprenderían en su niñez.

¿Por qué un squib no es igual de capaz para poder trabajar en un departamento donde la magia no sea imprescindible para la correcta elaboración del cometido encargado? ¿Por qué se nos debe relegar a la sombra de la comunidad mágica por nuestra sangre y nuestra condición? ¿No pertenecemos también a la comunidad como vosotros? Lamento deciros, queridos lectores, que aquí tenéis una squib que no tiene miedo a desvelarse ante todos vosotros; no tengo miedo a los murmullos y las miradas al pasar; no tengo miedo a que aquellos que decían ser mis amigos se alejen por ser squib. No he hecho nada malo y nacer así es una bendición más que una maldición. Sociedad de hipócritas. Gente que ama la vida, pero después mata a los animales para conseguir ingredientes o pieles para hacer prendas. Gente que decide quién tiene derecho a ser feliz y quién no. Gente que promete ser honesta y leal, pero después es la primera en apuñalar y dejar a su suerte si con eso se salva su propia vida. Gente que tiene mucho pero quiere más, mientras hay gente que lo poco lo comparte. Aurores que dicen ser nuestros protectores, pero cuando se comete una infracción se dan la vuelta y hacen de tripas corazón. Ministros que están en contra de las injusticias, pero lo primero que hacen es infringir las leyes para beneficio propio. Gente que quiere luchar para mejorar, pero siempre están los que tienen más poder y los paran. Sociedad de hipócritas, no, por favor. Sociedad de idiotas. Como aquel que dice que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver. Los problemas SON reales, y NO se deben ignorar. Si abogáis por la paz de la comunidad, que sea igualitaria entre todos y no solo para los que son iguales a vosotros.

No tengo miedo a que me amenacen y me hieran de gravedad por ello. Golpeadme, golpeadme tantas veces que mis piernas no tengan fuerza para moverse, golpeadme hasta que pierda la conciencia y no pueda emitir palabra alguna. Cada golpe recibido se convertirá en una razón para seguir en esta incansable lucha por lograr que se nos acepte, porque me dijeron que recordemos a los ideales, no al hombre, porque con un hombre se puede acabar. Pueden detenerle, pueden matarle, pueden olvidarle, pero cuatrocientos años más tarde los ideales aún pueden seguir cambiando el mundo. Firmado:

* Una bandada de lechuzas sobrevuela Inglaterra, Escocia e Irlanda. Todo ciudadano perteneciente a la comunidad mágica de Reino Unido recibe el folleto.