[El Quisquilloso] - ¿Dónde ha quedado la presunción de inocencia?

¡Saludos, queridos lectores!

Como probablemente todos sabréis, el director Godric Swynford de Beaufort fue detenido durante la pasada ceremonia de selección por un grupo de aurores. Lejos de oponer resistencia, y velando por la seguridad de sus alumnos, el director Swynford acompañó a los aurores al cuartel, dónde, una vez encerrado en una oscura y fría celda, estos se dignaron a comunicarle los cargos. Ahora bien, queridos lectores, yo os pregunto... ¿es esto normal? ¿Es normal irrumpir a la fuerza en un Colegio dónde la mayoría de habitantes son menores de edad? ¿Es normal desacreditar al director sin más pruebas que un panfleto público delante de todos sus estudiantes? ¿Es normal detener a alguien sin comunicarle el motivo? Hogwarts tiene suerte de tener a un director correcto y equilibrado, pues no muchos magos habrían aceptado acompañar a los aurores en medio de tanta brutalidad.

Una vez que el director fue trasladado al Cuartel General de Aurores, nos enviaron una lechuza a varios periodistas, quienes acudimos rápidamente para saber que estaba pasando. Allí me encontré al jefe de Aurores, el señor Liam Highwind, acusando al director Swynford sobre los supuestos crímenes cometidos en contra de la Comunidad Mágica; y digo acusando porque al parecer al señor Highwind se le olvidó durante todo el encuentro con el director las palabras "presunción de inocencia", tratando como peligroso criminal a un hombre que prácticamente ha dado su vida en varias ocasiones por la seguridad de sus alumnos.
Sin embargo, y a pesar de haber sido llamado asesino y torturador, el director Swynford colaboró en todo momento con el auror, respondiendo a sus preguntas de manera cordial.
Tras el "interrogatorio", me permitieron hablar con el director Swynford, quién efectivamente me confirmó que los aurores irrumpieron en el Gran Comedor a la fuerza, y quisieron esposarlo delante de todos los alumnos de primer año, a quienes el director les estaba dirigiendo su tradicional discurso. No es de extrañar, sin embargo, que entraran en el Colegio a la fuerza, ya que no es la primera vez que lo hacen. Parece ser que el Ministerio cree que todo, absolutamente todo, es suyo, y que pueden hacer lo que quieran con ello. Asimismo, también hablé con el señor Highwind, el jefe de aurores, quién me confirmó que, a pesar de haberle mencionado que contaban con "numerosas denuncias", el proceso en contra de Godric Swynford de Beaufort se inició en cuanto recibieron un panfleto de la antigua bibliotecaria de Hogwarts, Nefertari Laveau, conocida por su inestabilidad mental. Recordemos que no es la primera vez que esta señorita envía panfletos a los ciudadanos de Londres acusándonos de racistas, por ejemplo, cuando se puede ver que tanto veelas, como duendes, squibs, vampiros, etc., están bien integrados en nuestra comunidad. ¿Es así como funciona la oficina de aurores? ¿Yo puedo inventarme una denuncia pública en contra de alguien, y verlo en el cuartel de aurores a los pocos minutos? ¿Nadie comprueba la veracidad de las denuncias? Si la respuesta es afirmativa, menuda rapidez, porque no habían pasado ni diez minutos desde que los panfletos recorriesen todo Londres cuando el director ya estaba metido en una celda. Cuando le pregunté sobre esto al auror, escurrió el bulto diciendo que la orden la había dado el Jefe del Departamento de Aplicación a la Ley Mágica, y qué él no sabía gran cosa. Esto demuestra, una vez más, que los aurores son simples títeres con varita bajo las órdenes del Ministerio, y es bien sabido por todos que el Ministerio desea tener el control de Hogwarts desde tiempos innombrables. ¿Será esto una estratagema para desacreditar al director y poder hacerse con el control definitivo de la escuela?

Es de conocimiento público que el Ministerio piensa que puede hacer lo que quiera y cuando quiera, y que los aurores son su mecanismo para conseguirlo. No es la primera vez que alguien sufre de un exceso de brutalidad por parte de la autoridad encargada de proteger a los ciudadanos. Yo misma fui, junto a otras dos compañeras, arrestada a los 15 años en una manifestación pacífica, condenada a pasar un mes en una celda en compañía de un violador (y recalco lo de violador) que prácticamente me doblaba la edad. ¿Dónde estaban los aurores cuándo mis compañeras de celda y yo gritábamos pidiendo ayuda? ¿Nos sacaron, acaso, de la celda compartida? ¿Dónde estaban cuando una de mis compañeras casi fue brutalmente violada por nuestro compañero de celda? Si algo he sacado en claro a lo largo de estos años es que a los aurores no les importa nuestra seguridad. Todo tiene un fin oculto, y les da igual lo que tengan que hacer para mantener el "orden establecido", ya sea acusar a un inocente de asesinato y tortura, enviar a chicas de 15 años a una celda con un violador, o irrumpir una y mil veces en el Colegio de Magia; pero siempre mediante el uso de la fuerza. ¿Vamos en confiar en personas que han demostrado en multitud de ocasiones que están por encima de la ley, cuándo ellos mismos deberían de hacer cumplir esa ley? ¿Podemos confiar en personas que envían a la cárcel a un prestigioso director sin más pruebas que un panfleto? Lo dejo a vuestro juicio, queridos lectores.