[El Quisquilloso] - El hombre de hielo

¡Saludos, queridos lectores!

Por si hay alguien que no se ha enterado aún, en Londres hemos estado recibiendo la visita de un hombre helado. No sabemos quién es, ni cómo se llama, lo único que sabemos es que está ahí por los recuerdos que le trae la ciudad, según el mismo ha dicho.
Su primera visita acabó con unos cuantos heridos, a pesar de que el hombre insiste en que él nunca hace daño a la gente. El Quisquilloso, siempre un paso por delante de los demás medios de comunicación, ha entrevistado en exclusiva a Mery Halls, una de las primeras víctimas de este hombre helado.

El Quisquilloso: Cuéntanos, Mery. ¿Era la primera vez que veías a ese hombre?
Mery Halls: ¡Sí! Nunca antes había visto a un hombre así y mucho menos con un poder como el suyo

E.Q: ¿Y por qué te acercaste a él?
M.H: ¡Yo no me acerqué! Aquel hombre estaba al otro lado de la fuente, y yo me encontraba cerca de Kvothe y Josua.

E.Q: ¿Cómo terminaste congelada?
M.H: El hombre me miro fijamente, y entonces apareció una especie de mano enorme congelada frente a mí. Y, si mal no recuerdo, de esa mano surgió un ramo de flores congelado también. Pero hizo algo, y las flores parecían completamente reales, así que bueno... las cogí...

E.Q: ¿Y ahí fue cuando ocurrió?
M.H: Sí, no sé que pasó, pero las flores volvieron a ser de hielo. Lo único que recuerdo es haber pronunciado "A", y a partir de ahí, todo está negro. Me desperté en la enfermería, con Miles a mi lado, quién me contó que me encontró tirada en el suelo del hall.

E.Q: ¿Te rescató Miles Dayne? ¿Dirías que es un héroe?
M.H: Creo que fue él quien me rescató, sí. No sabría decirte si es un héroe, pero es buena persona tras esa coraza dura que trata de mostrar.

E.Q: ¿Crees que el hombre tenía intención de hacerte daño?
M.H: No lo sé. Si me hubiera querido hacer daño de verdad, lo hubiera hecho, ¿no? Quizá trató de darme una lección. No sabría decirte, tuve reacciones muy estúpidas.

E.Q: Muchísimas gracias por ser tan valiente y contarnos tu historia, Mery. ¿Quieres añadir algo más?
M.H: Sí, Lis. Aunque debo admitir que el ramo era muy bonito, ¡nunca aceptéis uno congelado, o acabaréis como yo!

Ya lo sabéis, queridos lectores. Si un desconocido os ofrece un ramo congelado, ¡huid!

¡El Quisquillosos sigue buscando mini-periodistas. Tal y como comentamos en la edición anterior, se ha abierto un concurso para pequeños y adolescentes, con grandes y sabrosos premios. ¿A qué esperas para participar?