[Trama] - De vuelta

Tras unos años intensos de investigaciones, muchos de la Comunidad Mágica estaban desmenuzando todo el entramado y la historia de Dahlia Hawthorne. ¿Por qué su locura? ¿por qué el terror? ¿cuándo pararía?... Las múltiples preguntas sin responder se aglutinaban en los papeles que una gran parte de la Comunidad Mágica tenían guardados para examinar los hechos.

El factor desequilibrante fue la invitación por parte de los extraños Childress a un Sanatorio de su propiedad. 40 personas pudieron acudir, y observaron lo que sucedía entre las paredes de dicho establecimiento. Unos pocos obtuvieron mucha información: se movieron de forma correcta, sabiendo lo que hacían en cada momento. Otros no tuvieron tanta suerte y el destino les jugó una mala pasada.

Tras los sucesos del Sanatorio Childress de PENE, hubo un par de meses donde se pudieron realizar una última investigaciones. Todos los papeles estaban removidos, en algunas ecuaciones quedaban incógnitas, y en otras muchas aún faltaban muchos datos. Estaba claro que era un caso complejo, un caso que ni el Ministerio ni distintos investigadores pudieron resolver. Pero si hay algo que destaca por encima de todos, es que la unión hace la fuerza, y la Comunidad Mágica unida es más poderosa que cualquier otra unión.

¿Cuál era la relación entre Dahlia Hawthorne, los Childress, los Radford, y la familia Goldstein? ¿Qué oscuros secretos desentrañaban entre todos? ¿Por qué la única perjudicada era Dahlia?

Todo parecía ser confuso, hasta que Jack Goldstein fue nombrado Ministro. ¿Por qué ahora él?

Jack intentó reunir a toda la Comunidad en un acto para realizar un comunicado, en público. El lugar era el Ministerio. Muchos esperaban a Dahlia Hawthorne o algún familiar que apareciese y matase al Ministro: ese señor tenía la palabra muerte entre ceja y ceja. Así, empezó el discurso del señor Goldstein, que agradeció a la Comunidad Mágica la asistencia y les obsequió con diferentes regalos, como unos folletos que contenían descuentos y diferentes cheques de Galeones, a lo largo del acto.
Y la Comunidad se equivoca poco. Por allí apareció Sean Radford, hijo menor de Dahlia Hawthorne y Spike Radford, que se encaró con el Ministro llamándolo asesino y traidor. Los Aurores, pensando que atacarían al Ministro, crearon rápidamente una cúpula protectora, mientras que Sean Radford chasqueaba sus dedos, y la gente veía como los folletos que les habían entregado eran una trampa: Trasladores.

La entrada en la casa fue abrupta. Más de 45 personas se agolpaban dentro de un pequeño comedor. Se podía sentir la oscuridad y la tristeza en el ambiente. El polvo de amontonaba en las esquinas y las encimeras. En medio de esa extraña sensación, una voz femenina y traumatizante sonaba en la estancia completa. Era Dahlia Hawthorne, una vez más. Lo que parecía haber sido una trampa mortal se confirmó. 45 personas en una casa mediana. Encima de ellos centenares de Dementores que esperaban su ocasión para entrar en la misma para buscar a Dahlia.

Pero… ¿dónde estaba ella? Dahlia poseía una voz penetrante, pero no venía de ninguna zona concreta de la casa, simplemente, era una voz neutral. Esta vez se la escuchaba calmada, como si hubiese conseguido su objetivo.

Su voz guiaba a los asistentes durante las distintas salas que componían la casa. La primera habitación fue una habitación bonita y colorida, pero llena de polvo. Dos camas individuales se erigían la una a la otra. Dahlia comenzó su relato:

“Klavier y Gavin fueron dos niños hermosos, eran todo bondad, pero tuvimos mala suerte. Cuando iban a entrar en Hogwarts consiguieron entrar en esta casa, nuestra casa, y nos los arrebataron.
Es irónico el destino, porque a la vez tuvimos suerte, ya que Klavier y Gavin consiguieron normalizar la situación ante la comunidad mágica.
Ambos se quedaban en Hogwarts todas las vacaciones, año tras año, Navidad tras Navidad… Hasta que llegaron de nuevo ellos.
Volvieron a arrebatarme lo más querido de mi vida: consiguieron ganarse su confianza, y cuando más a gusto estaban… los asesinaron a traición. ¿Sabéis a quién le echaron la culpa? A la madre y al padre…”.

El relato de Dahlia parecía lleno de rabia al final del mismo, y cuando salieron de la habitación doble, en el mismo comedor, volvió a escucharse su voz:

“Es curioso. Porque si a Klavier y a Gavin no pudimos “manipularlos” aún habiéndolos criado 10 años… ¿cómo pudimos manipular a Sean, si en cuanto nació lo tuvimos que abandonar?”.

La historia continuaba por el lado de Sean Radford, el tercer hermano, el más pequeño de todos, y el único vivo.

“Sean Radford nos odiaba a muerte.
¿Qué clase de padres podían abandonar a su hijo pequeño, a su suerte? Shalorak, el hermano de Spike, le metió esas ideas en la cabeza, ya que él fue el que le crió como un hijo.
Pude verlo crecer con mis propios ojos. Secuestré a una niña, la maté y tomé su apariencia. No me arrepiento de ello, para ver a tus hijos haces lo imposible, ya veréis cuando tengáis hijos, aunque muchos de vosotros ya tenéis. ¿Qué es más cálido que el amor de un infante, que es verdadero y sincero?.
Sean se graduó, y yo estuve a su lado en todo momento. Pero claro, había otra personas que se metían por medio, simples peones….

Glemug. Ese bastardo se metía donde no le llamaban. Me investigó, y se ve que ellos lo sabían… fue un peón más de los Goldstein y de los Childress. Se aprovecharon de su investigación para volver a buscarme, consiguieron hacerle un puto drogadicto, internarlo en el Sanatorio, y sacarles la información que tenía sobre mi. Él, claro, no sabía nada de esto, era como un espía. Era un cáncer a extirpar, y eso hice hace años.

Pero Sean… Sean se volvió auror. Investigó mientras trabajaba, archivos antiguos, testimonios. Sin él yo no estaría hablandos. Estuvo esperando paciente mi regreso, y os ha traído aquí. No, él no fue el que me revivió…

El que me revivió fue James Blackburn, que tuve, en su locura, que convencerle de que era la reencarnación de mi marido, Spike. ¿Pasasteis miedo cuando lo visteis en el Gran Comedor reviviéndome? Ya véis que no todo es lo que parece. Seguís sin entender muchas cosas.

¿Qué tenían en mi contra la familia Goldstein? Tranquilos, todo tiene una respuesta.
Sean buscó sobre mi, y Sean encontró todo. Para no levantar sospechas, siguió siendo auror hasta su retiro. Pero levantó sospechas… y le “regalaron” un dementor. Otro más. Tenía 400 dementores en el cielo de mi casa esperando mi movimiento, ¿creían que iba a caer en una trampa tan estúpida?

Sean me ayudó a todo indirectamente. Consiguió información confidencial de los aurores y conseguí saber todo sobre ellos…”.

Tras el largo relato, Dahlia volvía a callarse, y en el silencio de la estancia se escuchaba el movimiento. Otro cuarto aparecía ante la mirada de los presentes. La puerta del cuarto contenía en su interior una gran estancia, con una cama de matrimonio. En las paredes estaban colgados cuadros de retratos, de una pareja. Dahlia se apresuró a volver a hablar:

“Spike y yo empezamos a salir con 15 años. Supongo que yo era una estúpida enamorada, y él de una familia exitosa y famosa. Lo que me extrañó fue su poca disposición a hablar de su familia.
Lo confieso, soy una sociópata. Investigué a mi novio a fondo, no le dejé escapar ni un dato. Investigué desde Hogwarts sus movimientos, familiares… Y hallé algo perturbador, algo que no podía ser cierto.
Ese es el motivo de todo lo que ha pasado posteriormente. Yo era muy joven, pero le amaba con locura, y confiaba en él. Tanto, que me regaló un cinturón negro, de cuero. Lo vestí orgullosa desde los 27 años, hasta que me quedé embarazada y tuve el parto.

Quisieron hacerme creer que tenía visiones. Los tenía siguiéndome tras cada callejón, con una máscara, sin camisetas, con un machete en la mano y una cámara en la otra… Me seguían a todas partes. Y cuando parí aquel feto también lo vi. Lo volví a ver, una vez más.

Tras ese episodio, hasta Spike creía que estaba loca. Le contagié dicha locura, en parte, es una de las cosas que me arrepiento. Spike era un joven normal que por mi culpa se volvió loco. Uno más a la lista.

En el Sanatorio me tenían drogada, eso sí lo notaba. Cuando comenzaron a disminuir las dosis de mimble que me administraban volví a mi investigaciones. Seguían acosándome, y yo sabía que iban a intervenirme quirúrgicamente. Iba a haber un fallo en la operación, mi cuerpo no iba a aceptar bien la anestesia y acabaría muerta.
Pero ese no era el final que esperaban esos cerdos. Maté a dos inocentes. Dos más a la lista, y escapé de allí…”.

El relato era cada vez más extraño. Mientras todos volvían al comedor, la voz volvía a golpear:

“Pero… ¿por qué os cuento esto?”.

Otra puerta se despejaba y aparecía. El sótano era accesible. Oscuro y sombrío, en el mismo solo había polvo y muchos aparatos extraños.

“Mi caso tuvo una cobertura mínima en los medios comprados.

¿Qué hubiese pasado si la gente se entera de que a Dahlia Hawthorne le despojaron de su primer hijo, le asesinaron los dos siguientes, y el cuarto fue criado con odio?

No, esas noticias no las tenéis en vuestros diarios. La verdad aún no os la he contado… pero algunos la sospecháis. Yo solo quería hacer visible mi caso.

Para ello apunté más nombres a mi lista, y fui matando más gente, torturando y mutilando a miembros de la Comunidad. Maté incluso a mi amado. Todos comenzásteis a temerme, algunos decidisteis investigar… y unos pocos descubristeis la verdad.

Sin todas las muertes que he causado estos tiempos, mi caso no sería relevante, sería el de una loca más. Y no soy una loca más... No me arrepiento de lo que he hecho pero...

La familia Radford es una gran mentira”.

Otro pasadizo se abría, dejando entrever una sala escondida y oscura, pequeña. En la misma solo se hallaba una cuna







“Este es el cuarto del bebé. El muerto.

Unos años antes, Spike había sido obsequiado por parte de su amigo Jack Goldstein Sénior de un bonito cinturón para su reciente esposa. El cinturón, obviamente estaba maldito, ¿quién desconfiaría de él?

Mi feto murió calcinado por el poder del cinturón, yo sería tratada como una loca. Mi hijo murió, y a mi me ingresaron”.

Dentro de la cuna, un bebé muerto y calcinado se encontraba bocarriba. ¿Era el verdadero bebé de Dahlia? ¿El que nació muerto en 1984?

Dahlia prosiguió hablando dando rienda suelta al final:

“¿Cómo no querían cargarse a la maga que consiguió averiguar que la familia Radford era fruto de los Goldstein?

Sí. Jeremy Goldstein, el ginecólogo, embarazó a Melissa, la esposa de Charles Radford, en una relación extramatrimonial.

Jeremy Goldstein asistió el parto y robó a uno de los dos gemelos que nacieron. Como era una deshonra para los Goldstein, decidió darle el apellido Childress, pero aún así le dio su nombre: Jeremy Childress.

Jeremy Childress fue el hijo de un amor prohibido entre Melissa Radford y Jeremy Goldstein, que robó a ese bebé en 1909.

No solo eso, sino que Charles Jr Radford, “hijo” de Charles, era en realidad el hermano gemelo de Jeremy Childress, que no robaron para no incrementar las sospechas.

Los Radfords, todos, son Goldstein, Goldsteins no reconocidos. Son Childress. Sean, Gavin, Klavier, Spike… todos son Childress. La Familia Radford es una estafa que nunca quedó demostrada.

Yo lo descubrí, e intentaron silenciarme. Me destrozaron la vida, a tres de mis hijos. A Glemug le jodieron la suya, lo metieron en una guerra que no le incumbía.

Aunque los medios estén comprados, esta es la verdad, lo que no vais a ver en ningún sitio”.

Tras ello, un revuelto se formó en la sala. Muchos no se explicaban la historia, mientras que otros, que investigaron de forma correcta, sabían que todo era cierto. La única duda era… ¿y el bebé calcinado? Los aurores sabían qué era exactamente, poseían esa información de hace años.

“Dejaré en manos de la Comunidad qué van a hacer con los bebés”.

Los tres aurores presentes, Joseph Blackshleger, Liam Highwind y Axel Highwind, lo tuvieron claro por unanimidad: Había que destrozar el Horrocrux. Liam, como jefe del Cuartel, sacó su varita y apuntó al feto. Muchos se opusieron, pero a Liam no le tembló el pulso…

“¡Avada Kedavra!”.

Una vorágine de polvo negro salió del cuerpo del feto calcinado, mientras un grito ensordecedor de Dahlia se escuchaba en todo el recinto.

El feto desapareció, no había rastro de él, y tras ello, salieron todos del sótano. La voz de Dahlia parecía sonar más débil que nunca:

“... id al comedor… usad los trasladores… os he dejado una sorpresa”.

Los trasladores brillaron de nuevo, y trasladaron a todos al Caldero Chorreante. En el mismo, el cuerpo de Sean Radford se hallaba en el suelo, apuñalado y muerto.

Premios

Por esta última escena, los que aparezcan en el siguiente pantallazo (1) (+ CurroLool, Helechu, deadlydemon, Euphoriem) obtienen 20 PEs.

Por las teorías presentadas, obtienen:

5 CO en EEMM: Kami-Akari.
5 PEs: PakitoLP, Hyuuga-Hisashi, Tatotyto, .Aefferden, Amirou, Lowith, Capuchino.
15 PEs: Helechu, Edwin_Thornburn, Legolas452, Darkluxs, iniesta!, -Arctic.
20 PEs: Sheirx, lOlympea, Svrone.
20 PEs + 0,5 Grageas: Senju-Belial.
25 PEs + 1 Grageas: Skuarex, Apolimy.
25 PEs + 2 Grageas + Habilidad Pasiva “Interés”: Rulitas13, Mokuteki, Hokusei.


Por el cúmulo de roleo durante investigaciones, sucesos y escenas obtienen 0,5 Grageas y 1 CO Bonificable en la materia que quieran:
lOlympea, Hokusei, Dj-WaWa, rulitas13, ,Symphony, Legolas452, Sheirx, Hyuuga-Hisashi, Apolimy y lKokeset.

Higure-San tiene la posibilidad de cambiar legalmente su apellido si gusta o no a Childress.

Además, Rhoyne y Mokuteki obtienen 1 Gragea y 2 COs Bonificables.

Por sus capacidades en encontrar contradicciones, Skuarex y Mokuteki obtienen 1 CO no Bonificable en la materia que gusten.

Hyuuga-Hisashi obtiene “Medallón maldito”, deberá ponerse en contacto conmigo para obtener su efecto.